
Así canta Carlitos Gardel en uno de sus tangos más lindos. Un tango dedicado al fumar.
Ahora vemos que en Guatemala se preparan dos leyes que desean, poner fotografías de lo atroces que son los cigarros y, aumentarles el precio. Pero les digo algo: El cigarro no mata. Nosotros elegimos morir al consumirlo, nos matamos nosotros. Si ponen un cigarro sobre una mesa nada pasará, nadie que camine frente a el morirá, nadie que lo vea sufrirá. El cigarro existe como lo hacen los volcanes pero es nuestra elección si seguimos los pasos de Empédocles o no. Está en mí la decisión de tirarme dentro del volcán o si decido vivir. El volcán es igual de mortífero, me atrevería decir que hasta más, que los cigarros. Caemos en él y morimos. Pero no vemos a personas pegándoles grandes pancartas a los volcanes advirtiéndole al mundo sobre sus atrocidades.
Fumar es una elección, y lastimar mi bolsillo por hacer algo que yo he decidido hacer está mal. Nadie me ha amenazado de muerte sino fumo. Lo hago porque me gusta. Pero el Gobierno decidió meterse con las decisiones individuales, vemos tanta "preocupación" por nuestra salud cuando nosotros escogimos fumar. ¡Esto debería ser la menor preocupación de un Gobierno que tiene tanto que hacer! Los precios aumentarán y no podré consumir tabaco.
Pero, dime mi bien; ¿Si es mi fumar un edén?